Saturno,
aléjate del mar
contenido
en el cóncavo
de mis manos,
Consúmete con el péndulo
que marcan mis pequeñas horas,
mi destierro,
y mi destiempo,
(parpadeo
y parpadeo
en el ojo de la noche,
como una sombra
que huye a la extinción).
Saturno,
quémate lento,
muy lento,
en el vientre
de la obscuridad,
ignora mis pequeñas horas
que caminan
sobre granos de sal.
J. GREGORIO
País: México
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