domingo, 31 de mayo de 2015

EL SÍNDROME DEL ¿POR QUÉ?







A veces me enredo entre cuentos, sonrisas y dibujos.
Pensando girar con todo, pero en realidad sólo giro yo.
Entre suspiros, pesadillas y hoyos negros suelo descansar.
No encuentro sentido alguno, la vida propia me suena abstracta.

Cuando en la gloria me recuesto no puedo respirar,
que quitan el aire y el sueño los días color rosa.
Más en algún lugar he de encontrar aquellos sueños perdidos,
que pueden ser rescatados por esta alma vagabunda.
No entiendo de novedades, pues lo nuevo nunca suena certero y seguro.
Al contrario se vuelve efímero, punzo-cortante con mi corazón hecho cenizas,
quemado por las llamas de lo que sientes o dejas de sentir.

¡Rescate!, sólo pido ser rescatado, un grito de ayuda,
para salir de toda esta rutina que acaba con mí ser y mis carnes.
¡Humano tenía que ser!, porque tengo que sufrir para sentirme vivo,
porque tengo que llorar para sentir desahogo y mi pregunta es
¿hay que amar para sentir que la vida no se ha vivido en vano?

Mis letras me aturden y mi silencio empalaga, mis sentimientos devoran mi alma
y de suicidio el corazón amenaza a mi pobre vida, esta vida que no es nada sin ti…


Uriel Limón
México

domingo, 10 de mayo de 2015

MAMÁ LUZ














































Ayer, desperté exaltado,
tu recuerdo vino a mí,
cerré mis ojos,
para tocar tu mano.

Hoy, en esta habitación
iluminada por la luna,
recuerdos de antaño
sueño entre violetas
aromas de jazmín.

Un ave en el árbol
entona su melodía,
solo una nota mágica
para invitarme a perderme
en vuelos imaginarios.

De mis fotografías, tu imagen
mi mano… temblando,
lloré, estremeciéndose mí pecho
y en el corazón bese tu mano… ¡Te extraño!

Caminar en las penumbras
de la vida incierta,
donde hay sueños y tristezas
iluminas el sendero con polvo dorado,
para vivir extasiado de tu amor
tu entrega de madre.

Si en un rincón lloro desolado,
cubres mi cuerpo con tu abrazo
y tomas mí mano, me das regazo,
besas mi frente y cantas un “Adagio”.

 Si tengo frío, tocas el piano
y con un devoto llamado,
cae la paz en mis manos,
me cubro en un abrazo
y la habitación se obscurece,
¡Te llamo! Acudes sin reparo.

Iluminas mi rostro al tocarme,
cuidas mi sueño
dormiré tranquilo,
hay luz, no tengo miedo.

Y al filo de la madrugada
escucho a lo lejos tu “Adagio de Amor”,
en el árbol anida el ave
cuidando al ”polluelo” de tormentas
de sonidos “redobles” del estruendo trueno.

Abracé mi almohada
amiga de mis secretos,
dormí tranquilo
se fue el miedo al infinito.

Con tu beso en la frente
fantasías y cuentos de antaño
recordé para dormir tranquilo
hay luz, no tengo miedo.


Ramón de Jesús Hernández Olivares
Veracruz, México


del poemario "Musas Prohibidas"

viernes, 8 de mayo de 2015

A LA DERIVA






Voy como un barco
Sin rumbo y sin destino
Porque no tengo tu amor.

Siempre tengo muchos compañeros
Buenos y dulces,
Pero son artificios de alegría.

Voy a prisa en mi barco,
Sin rumbo, porque te has ido
A conquistar nuevos mares.

Ahora estoy tan sola
Como las olas de los mares,
Sola con mi soledad.
Sola y sin ti,
Porque te has ido
A conquistar otros lugares.

Ahora me quedo sola
A orillas del mar;
Sola con mi soledad.

Tu mi hombre, tu mi amor,
Son dos seres iguales
Y a la vez embriagantes.

Te extrañaré dulce capitán,
Porque me has embriagado
Con tus gotas de rocío.

Sin ti me siento morir,
Porque contigo fui feliz
Y sin ti no se vivir.

Ahora seguiré sola,
Porque tu mi capitán,
Te irás a conquistar nuevos mares.



Carmen Marisol Sotomayor Ramírez
Puerto Rico


miércoles, 6 de mayo de 2015

RECUERDOS








Recuerdos de una tarde lluviosa,
aspiro el recuerdo de tu esencia,
para vivir en el intento de robarte
un suspiro etéreo para mi existir.

Sueños que se construyen
en el balcón del silencio,
donde miro a las estrellas
como cocuyos de la pradera.

La teja húmeda se deja acariciar
por el viento de mayo,
estático y en silencio besé tu silueta
que dibujó la luna.

La habitación a obscuras,
los sonidos del andante en las escaleras
agita mi pecho, retumba, tiembla

Hoy lejos de tu abrazo los recuerdos
alimentan los minutos de soledad,
de ausencia de tu perfume,
Morfeo besa mi sien…duermo en paz.


Ramón de Jesús Hernández Olivares
Veracruz, México 
derechos reservados 

domingo, 3 de mayo de 2015

ANUNCIACION









Al recuerdo de mi madre
16-II-1929 – 18-II-2015

Anunciación

El olvido dormita desmemoriado,
el aura alumbra su piel.
Sin amparo del tiempo,
ingente violencia
muerde los días de febrero,
borra el habla.
Miramos al cielo…
No me siento santo, demoré la ayuda
poca o suficiente.
Vuelve el silencio sin prisa,
hastío libre de heroísmo, efímero;
aprendo de la vida.
Prístino abismo…
me refugio en el destino.
No puedo acariciar  tu cabello…
nadie conoce el secreto de mi corazón.
¡No lo han visto!
¿Lograré liberar la mea culpa?
Dulce velo resplandece,
la nube resbala en sombra.
Lago mudo,
el calor oculta la clemencia
ala del mundo olvidado.
No puedes estar eternamente…
Ángel errabundo, inquieto,
ausente de voz.
El cielo te llama al frescor azul,
disgregado me guarece,
nos guarece violenta visión de albura;
cielo hipnótico de estrellas.
Arrullos y recuerdos de infancia,
blanca voz;
mudo e inexplicable amor
deja descubierto el tiempo,
solitaria mi estela.
Paz remota de sentirme bueno, puro.
La mano de Dios ha de permitir
con urgencia; indestramable gesto.
Nada limpia el desaliento… el alma.
Regreso a casa… irrevocable ternura,
luz de aurora, palpito de mariposa,
rostro del amor, eco de voz de abedul.
Me enseñaste a amar la vida desde
tu vientre, madre,
el mundo tu nombre avala.
Tu regazo acogió la línea vertical,
trascendente advocación  de ungir
al que estraga.
¡Hermosa contrición!


 Isidoro A. Gómez Montenegro.
País: México


A LA ORILLA DEL MAR







Abrázame cuando anochezca
y mirando el cielo
pronunciemos promesas,
deja ser tu manto de estrellas
para tatuar universos en tu espalda
mientras la marea crezca.

Toma mis anhelos para ser el faro
que alumbré tus deseos perdidos,
encontrados en el regazo de mi pecho.

Caminemos descalzos sobre la arena
tomados de la mano,
recordando historias escritas en fantasías
de tritones  enamorados

Regalemos al universo nuevas estrellas
transportadas en luces de globos de Cantoya.
para que ilumine el camino
a los veleros que regresan.

Habremos de esculpir princesas en la arena
para vestirlas de encaje de las olas,
tejiendo coronas  con destellos de perlas
mientras beso tu frente a la luz de la luna.

A la orilla del mar despojemos a la tristeza
y que nuestras caricias se encuentren
entre sal, arena, sudor y lagrima
ahuyentando la sombra de tu cuerpo junto a la mía


RAMÓN DE JESÚS HERNÁNDEZ OLIVARES
VERACRUZ, MÉXICO