sábado, 22 de agosto de 2015

ME GUSTARÍA





Me gustaría hacer magia y aliviar todas tus penas,

evitarte sufrimientos, tomar tus cargas

y llevarte de la mano,

disipar la bruma y mostrarte los caminos,

estar en tus instantes de quebranto

y no permitir que te deshagas en mil pedazos.

Luchar día a día por tu sonrisa,

por tu alegría,

por esa felicidad resbaladiza.

que se escapa como el pez

que desespera por retornar al agua.

Quisiera evitarte tantas cosas

y lograr que tu felicidad no se agote.

Pero no me es posible.

Te haría un mal si no te permito caer

para que aprendas a valerte por ti misma.

Sería un error tenerte en felicidad continúa,

porque no siempre estaré en tu vida.

Así que sólo me queda abrazarte,

auxiliarte algunas veces, aconsejarte,

arrancarte un par de carcajadas

y disfrutar lo breve de la armonía.

Estoy contigo hija,

aunque no pueda

ni deba resolver, todo en tu vida.


Tu mamá.



Alejandra Inclán
Veracruz, México

sábado, 15 de agosto de 2015

PALABRA






No dejaremos de buscar esa palabra.
Esa que no existe.
Esa que inventamos cada momento
en lo más profundo de nosotros.
Ya no basta decir “te amo”.
Tenemos que encontrar esa palabra,
         que por un momento
nos parezca suficiente
hasta darnos cuenta
de que esto nuestro

va más allá de lo pronunciable.




Fabrizio Prada
Bolivia-México

viernes, 7 de agosto de 2015

AVES






























¡Negro como el abismo!
color tormenta entre nubes grises,
reunión en el firmamento
vuelos en majestuosidad y espirales
con sonidos a lamentos.

Despliegan sus alas arrulladas por el viento,
miradas que son flechas de lujuria,
se lanzan al abismo desplegando sus alas
inertes y cautivas en el tiempo.

Aves de paraísos fúnebres
¡Abajo solo  la muerte!

Carcomiéndose en tres tiempos.


Ramón de Jesús Hernández Olivares
Veracruz, México
Derechos Reservados México 2015

domingo, 2 de agosto de 2015

UNA TUMBA EN MI PECHO




Cabaré una tumba en mi pecho
abriré mi tórax y romperé mis costillas
si es necesario, expulsaré este dolor
que traigo dentro.

Quedará un hueco tan grande donde puedas
caber de pies a cabeza, enterita con todo y zapatos,
“si lo deseas, hasta tu bolso puede ir contigo”
oprimiré mi pecho muy fuerte, tan fuerte
que no habrá espacio alguno
por donde puedas respirar.

En mi calabozo, harto de tus recuerdos,
de tus lágrimas falsas, de tus promesas inútiles
y tus estúpidas palabras sin sentido;
te condenaré a los verdugos, mis gusanos;
que te devoren, que te expriman y que
traguen todo tu ser dentro de mi ser.

Cuando ya no quede nada de ti qué comer
los dejaré que se traguen entre sí mismos
como caníbales en una lucha férrea, incansable
e insaciable por sobrevivir, así hasta que quedes
reducida a un solo gusano, y podré tomarte
con mis dedos para aplastarte con las uñas
de mis pulgares como a un vil parásito.

Lástima que sólo se trate de prosa poética,
de lo contrario no vería entre mis dedos
consumirse cigarrillo tras cigarrillo y
mi boca secarse con la ingesta de vino.


Enrique Caro
México