lunes, 1 de diciembre de 2014

OPERA

























Gasas blancas en el escenario
arrulladas por aroma a violetas,
cuando tu silueta inerte se ilumina
con rayos de aurora en tonos rosa.

Y tu voz se alza al viento
entre arpegios de suspiros
como alas de colibrí,
robándole al silencio,
¡Notas! ¡Notas!

Tu alma canta,
entre el silencio imploras al universo,
pronuncias la oración melódica
sublime, ¡Excelsa y sutil!
mientras que yo
entre la multitud vestida de gala
desmayan mis lágrimas.

¡Hermosa! ¡Vestías como diosa!
y al acariciar tu voz
partituras transformas en vértigos
de pétalos  blancos y rosas.

En el firmamento te escucha la dama nocturna
y sus listones de luz en el escenario,
sutilmente ilumina tu vestido
con regalos de destellos de luna.






Ramón de Jesús Hernández Olivares
País: México
Derechos Reservados, diciembre 2014

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