sábado, 11 de mayo de 2013

PAÑUELO BLANCO








Empiezo a llorar mientras escribo,
mis lágrimas resbalan y no las quiero contener,
mojan mi vestido, mojan mi alma.

No tengo con que secarlas, no quiero secarlas,
pero a la vez necesito algo que te represente,
algo que me diga que no estás tan ausente,
que me perdonaste aquel día,
que te fuiste sin rencor y con una sonrisa

Te extraño,
y mientras musito estás palabras que son más que letras,
son sentimiento, son llanto… me encuentro con un pañuelo blanco.

No sé de dónde salio,
nunca he tenido uno, sin embargo ahí está.
Me limpio las lágrimas y descubro en él tu presencia.
Ahí estás presente para consolarme.
Para quererme, para perdonarme

Te quiero, cuanto lo siento.
Quise abrazarte y me faltó el valor,
quise estar ahí antes y no encontré el modo.
Perdona que siga llorando. Pero me duele, me duele tanto

Y aquí estás como pañuelo blanco,
aquí estás para redimirme, para limpiarme,
para sacar y enjugar esa impotencia que sentí,
ese dolor que no lloré, que retuve, que guarde cuando te perdí

Limpio mis lágrimas y siento tu calidez que me deja llorar,
la pureza de tu alma que no supe apreciar,
tu vanidad que ni en tu vejez quisiste soltar.
Te quiero abuelita, Gracias por presentarte aquí este día,
gracias por ser el pañuelo blanco que tanto necesitaba ahorita.

No me dejes todavía,
quédate un ratito más, acaricia mi faz,
quédate para que no sólo te lleves mi llanto,
quiero ofrecerte también una sonrisa
para que recuerdes a tu nieta  que no te olvida.

No te vayas aún mi pañuelo blanco




Verónika Alejandra Inclán Cazarín
País: México

0 comments:

Publicar un comentario