Pequeños brincos en el piano
notas saltarinas que invitan al canto,
duérmeme con los arpegios
y trinos en la noche,
que detrás de mi ventana miraré la luna,
y un canario entonará contigo
una canción de cuna.
Dormiré tranquilo,
porque me has besado con tus notas
mágicas,
me arropas quedito…
cuando apagas la luz
me susurras palabras bellas,
y sigues cantando mientras duermen las
aves
en su jardín del encanto,
y con trinos en el piano
duermes a la luna.
Ramón de Jesús Hernández Olivares
Veracruz, México
del poemario "Musas Prohibidas"
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