martes, 22 de septiembre de 2015

A LA PAZ DE TU MIRADA





La noche trémula la de los astros tristes
con su afligida luz mortecina
a la memoria convidan el salino sabor
de las lágrimas yertas

Emerge el recuerdo del mar omnipresente
entre las olas tu bello rostro cautiva
la mente que el dulce recuerdo acaricia
como un gran velamen en el viento del estío

Son las horas en las que tu nombre se pronuncia leve
con un taciturno olvido del tiempo
cuan presente aún en los tímpanos
de las personas todas que te amamos

A donde tú vas la grácil luna
la lámpara etérea de tus ojos
alumbra el camino sin retorno
a las almas libres del lastre de la vida

Volátil tu atuendo en el requiem postrero
como ninfa en la quietud tu voz canta
y en sus notas acuosas vas recogiendo estrellas
con tu vestido hecho de arena y alabastro

De tu mano el índice señala
los acantilados ordinarios de amapolas
con tus pies alados ¡oh! Dulce niña
nada hay que detenga el avatar de tu destino

En el extenso túnel en densa oscuridad cautivo
un punto de luz extremo te distingue
es la vida que separa de la muerte
es la muerte que nace de la vida.



Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis

José Luis Yépez Sosa. 
Veracruz México

1 comments:

ramatyz9 dijo...

Soberbia y fecunda ademas de profunda

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