Mujer, jamás creas
que eres un ser débil.
Es un engaño
tejido por machistas,
inventado para
atraparte en falsas redes.
Siglos de
silencios han sellado tus labios.
Por años has
oído el repiquetear
de las mismas
campanas…
¡Sexo débil! ¡Sexo
débil!
Pretendieron
esos falócratas
manejarte como
marioneta
envolviendo tu
cerebro, con hilos fuertes,
para manipular
tu mente, como titiriteros.
Etiquetaron a
tus antecesoras.
Lo repitieron
con tus abuelas que convencidas
tomaron sorbos
de la misma mentira
que brindaron
a nuestras madres,
hasta llegar a
nosotras servida en bandeja de plata.
Solo para
persuadirte de que por ti misma
nada podrías
lograr.
Para que
fueras sumisa y jamás te revelaras,
contra las
cadenas que te atan
y siguieras
idolatrando, aguantando callada
a quien te
engaña, humilla y maltrata,
te amenaza,
somete y hasta te mata
pero que no
puedes dejar,
ya que sola,
te quiebras ¡eres débil!
¡Qué cosa más
absurda!
Tu cerebro es
impresionante.
No hay piedra
que no puedas remover
de tu vereda, si
lo decides.
Enfrentar la
vida puedes,
cuál la más
feroz de las guerreras.
Por tus hijos
rompes barreras,
como leona,
soporte principal de tu familia eres.
¿Como puedes
ser el sexo débil?,
si es tu
vientre el génesis, donde se gesta
la historia de
la humanidad.
Tu amor,
cuidados y desvelos
son los que
forman y levantan
día a día, a
cada una de las criaturas
que con dolor
y sangre traes al mundo.
¡Débil, nunca
has sido!, tu par de cromosomas X
te hacen
férrea, desde que llegas al vientre.
Fortaleza que
conservas a través del tiempo
haciéndote mas
longeva que tu compañero.
Esos que
pregonan tu debilidad
no aman con la
intensidad
con la que ama
una mujer.
Carecen de la
capacidad
de desempeñar
los roles diferentes
con los que te
enfrentas cada día.
En el preciso
momento transmuta
en enfermera,
psicóloga, taxista,
maestra,
cocinera, bailarina, costurera,
payasa y
muchas otras cosas.
Agradecida te
sientes al recibir a cambio
el bienestar
de tu familia.
¿Débil? Por la
capacidad que tienes
de expresar
tus sentimientos, si así lo quieres,
llanto,
tristeza, miedos, dolor,
alegría,
ternura, amor…
¡No, por eso
débil no eres, eres sensible,
empática,
humana y eso es maravilloso!
Así que ámate,
estudia, prepárate, reluce,
cual perla
preciosa, camina segura, hermosa,
sabia,
prodigiosa, nunca detrás, tampoco delante,
sino al lado
de ese hombre especial que te merezca.
El creador en
su infinita sabiduría no hizo sexo débil
ni fuerte,
creo seres de igual importancia
que bendijo
para que cuidaran y llenaran
este precioso
y rico paraíso, llamado tierra.
SEXO DÉBIL
ÁNGELA PINALES VALDEZ
REPÚBLICA DOMINICANA