Mi
cuerpo reclama tu piel
soy
adicto a ella;
me
provoca mil mareas.
A
los ojos de la luna
sin
tocarte
estrello
en las rocas
mis
alas.
De
espalda sobre la arena
rompo
las cadenas.
Cuerpo,
casa en todo tiempo.
Soy
dueño de la noche,
de
tu piel y mis palabras
poco
entendibles.
Aves
devotas húmedas de espuma.
Mis
olas desdibujan tus fronteras y
tus
dunas a la intemperie.
Amor
encendido, cautivo…
tus
entrañas
yacen
asidas a mí.
Te
dejo mi cuerpo,
juramentos
y
mis
alas lastimadas por el viento.
Usurpo
tu piel, tu nombre, tu voz,
eres
río, catarata, ulular de palomas.
Amortiguo
tus besos con mis labios
en
tierna mansedumbre de las horas.
Espero
emerjas del sueño desnuda y
se
cumplan fechas marcadas
por
los astros.
Despiertas
del conjuro de sílabas exactas
y
te devoro en caricias entre limo fecundo
rito
de amor… placer pletórico.
Canta
tu vientre vuelos del alba
de
pie, silencioso
la
espera no termina
ni
la libido en nuestros cuerpos.
Isidoro A. Gómez Montenegro.
México
0 comments:
Publicar un comentario