Fulgurantes rayos de luz iluminan
tu mente,
mas no tus ojos.
Al palpo, tus manos crean bellezas
impresionantes,
rebosantes de brillo, energía y
colores.
¿Pero cómo es posible?
¿Será que puedes ver con la piel?
¿Será que los ojos del alma son
mas poderosos
que los de la cara?
La lógica ante ti se arrodilla.
Desafiante,
con el tacto, al lienzo blanco
transformas
en obras de texturas fascinantes.
Brotan remolinos de colores
vibrantes,
lluvias de luces impactantes.
El cielo derrama relámpagos de
fuego,
deslumbrantes.
Rojos penetrantes, amarillos
radiantes,
azules espectaculares, verdes
electrizantes,
rompen la nívea monotonía del
lienzo.
Indómito rayo de luz emanas desde
tu interior,
despejando sombras,
con tus creaciones maravillas al
mundo.
ÁNGELA PINALES VALDEZ
REPÚBLICA DOMINICANA