Habrá delicias en todo un tiempo
Caerán navajas de hielo en mi sentido
Pero nunca se agitaran como un verso
Se escucharan caricias partidas sin exilio
Perturbara las clases de un lobo prematuro
Y se postrará en las ventanas de un olvido
Como quisiera que el tiempo viviera
Que las penas se aislaran en un momento
y que las pérdidas de la lluvia sean tristes
Como deseo saber la mezcla de agua dulce
El néctar de un dios que ultraja los mares
Como deseo sentir el Olimpo, vivir en el cielo
Caminar en el espacio y tirar abanicos de agua
Tengo el ínfimo sentido de ver las gotas caer
La pequeña certeza de explorar la sed
Y una agonía que trasciende en mis plegarias
Hay mutismo en la distancia, hay secretos
Pero escucho el silencio, se espasma la ira
Se retiene entre los océanos un encanto
Se amontona la distancia en el rio pasajero
Y las aguas vagabundas anidan el alma
Hay dolor cuando hay amor, una pasión
Hay vigor cuando de sed se tiene el aliento
Y cuando los mares navegan entre sus olas
Le verso al agua, le verso sus disfraces líquidos
Anhelo su augurio, deseo su cuerpo
Deseo su entierro en mis lágrimas de un llanto
Deseo las caricias de una profunda humedad
La suavidad de un lento aguacero, la briza
Deseo y solo deseo ver caer la lluvia
Y explorar las aguas con un barco fantasma
Navegar por leguas y perderme en su sueño.
José L. Aguilar G.
País: México